jueves, 12 de diciembre de 2013

El taconazo de Madjer


“Pudo haber sido el mejor gol que yo haya visto, si él no hubiera mirado hacia atrás”.

Estas son las declaraciones de  Pelé sobre el gol de Rabah Madjer en la final de la Copa de Europa de 1987 (ahora  Champions League). En esa final se enfrentaba el todopoderoso Bayern de Munich de Matthäus  y el F.C. Porto de Paulo Futre. Aquella final fue disputada en el histórico Estadio Prater (el segundo estadio que más finales de Copa de Europa ha albergado), actualmente conocido como Estadio Ernst Happel (en honor al mítico jugador y entrenador austríaco).
El Bayern disputaría la final sin su capitán, Klaus Augenthaler (sancionado) y el Oporto la disputaría sin su delantero Fernando Gomes (lesionado).



Ante 62.000 espectadores el árbitro belga, Alexis Ponnet, pitaba el inicio del partido. Sin su delantero estrella, Artur Jorge (entrenador del conjunto portugués), planteó el partido con cinco centrocampistas para intentar frenar a los alemanes. El Bayern dominaba el encuentro sin problemas, el Oporto se limitaba a defender y, cuando tenía la pelota, a pasar en corto entre sus centrocampistas. En el minuto 26 llegó el primer gol del partido, lo marcaba Ludwig Kögl de cabeza tras un saque de banda. El Bayern se adelantaba en el marcador, 1-0.
Con el gol de Kögl, el Oporto tenía que buscar generar ocasiones de gol, Artur Jorge ordenó que Paulo Futre se pusiera en punta. Pero de poco sirvió, el Bayern tuvo tres ocasiones de gol más por ninguna del Oporto antes de que el árbitro señalara el descanso.
Los pronósticos se cumplían, el Bayern ganaba y ganaba bien, sin complicaciones.

Tras el descanso se esperaba más de lo mismo, dominio del Bayern y juego táctico de Artur Jorge. Pero no, en la segunda parte el conjunto blanquiazul reaccionó. Con la entrada de Juary y la salida de Quim, Futre volvió a la banda. El Oporto consiguió adormecer a un rival muy, demasiado, confiado. Tras tener controlado el encuentro dieron con la clave y atacaron. Futre en el minuto 65, con una jugada increíble al puro estilo Maradona, en la que dejó atrás a Nachtweih, Eder y Pflügler, dio el primer aviso. 



A Artur Jorge le gustaba lo que estaba haciendo su equipo, pero seguían sin marcar, y por eso dio entrada al centrocampista Antonio Frasco retirando al central Augusto Inácio. Con dos cambios hechos, los dos ofensivos, el Oporto iba a por todas, necesitaba marcar, y así fue. En el minuto 77 marcaba Rabah Madjer de tacón con su famoso 'tacón de Alá'. Los blanquiazules marcaron tras un centro forzado de Juary que remató Rabah Madjer de tacón, un gol magnífico, un taconazo increíble. Para muchos fue el mejor gol en una final de Copa de Europa. 



Tras el gol, el Oporto se vino arriba y en el minuto 81, el mejor jugador árabe de todos los tiempos, Madjer, dejó sentados a Winklhofer y Nachtweith, y centró el balón al área. Ahí se encontraba Juary, que la empujó para dar la victoria a su equipo. El brasileño y sus compañeros celebraron el gol por todo lo alto. Los 20.000 aficionados portugueses que ahí se encontraban no se lo podían creer, acababan de remontar el partido al todopoderoso equipo alemán. 



El técnico alemán, Udo Lattek, no dio el partido por perdido y mandó salir al centrocampista Flick, dando entrada al delantero danés Lars Lunde; pero de poco sirvió.
El árbitro pitó el final del partido y en cuadro portugués enloqueció, acababan de ganar su primer título europeo. Todo gracias a Rabah Madjer y esos tres minutos de éxtasis. 




El gol de Madjer:





     
       


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